En «Red», de Disney y Pixar, se presenta a Mei Lee, una niña de 13 años segura de sí misma que se debate entre ser la hija obediente de su madre y el caos de la adolescencia. Su protectora, aunque un poco prepotente madre, Ming , nunca se separa de su hija, una desafortunada realidad para la adolescente. Y por si los cambios en sus intereses, relaciones y cuerpo no fueran suficientes, cada vez que se emociona demasiado (que es prácticamente SIEMPRE), ¡se “convierte» en un panda rojo gigante! Dirigida por Domee Shi y producida por Lindsey Collins.
Si analizamos un poco la película (sin hacer spoilers), vemos que Mei Lee, es una adolescente con un perfil de autoexigencia muy marcado, que no se permite parar a observar sus emociones, y mucho menos las consideradas como “negativas”. Esto genera una situación de estrés tan alta que cada vez que siente una emoción intensa aparece un oso panda enorme!. Al final se trata de una metáfora muy buena relacionada con una regulación y gestión emocional deficitaria.
Además, en cuanto aparece el panda la única misión es que desaparezca, que nadie lo vea y evitarlo a toda costa. Esto resulta un poco familiar ¿no? Cuando sentimos emociones que generan sensaciones desagradables, tendemos a evitarlas, a hacer como que no pasa nada e intentar solucionarlas de algún modo. Y claro, esto no tiene muy buenos resultados.
Y en un primer momento es lo que le ocurre a Mei Lee, hasta que entiende que lo mejor de todo es aceptar estas emociones y disfrutar de ellas.
Por otro lado, un aspecto importante que se aborda en la película es la relación con su madre, sin meternos mucho en el tipo de relación, existen claros problemas de comunicación y límites. Al final, cuando se trata de comunicar lo que sentimos, de forma asertiva y sin tratar de evitar el malestar que podemos generar en la otra persona, tendemos a callarnos y no decirlo. Y ¿cómo podemos hacerlo? ¿cómo atravesamos esa barrera de la preocupación y el miedo para decir algo importante o para poner un límite adecuado? La respuesta es la comunicación asertiva.
La comunicación asertiva es la habilidad para exponer opiniones o comentarios de forma respetuosa, sin que nadie se sienta ofendido y evitando la posibilidad de que se generen conflictos. Pero llevar a cabo este tipo de comunicación es complejo, por lo que la actividad que se propone hoy será sobre este estilo comunicativo.
#QueLaNeuroplasticidadOsAcompañe