Como hablábamos en el post anterior los procesos cognitivos son los aspectos cerebrales que están relacionados con el procesamiento de la información, y nos permiten realizar diferentes tareas. Los más importantes son la atención, la memoria, las funciones ejecutivas, las gnosias, las praxias, las habilidades visoespaciales y el lenguaje. Hoy nos centraremos en la atención.
Atención
Para poder ser conscientes de lo que ocurre a nuestro alrededor, necesitamos de nuestra atención. Es el proceso que nos permite dirigir nuestros recursos cerebrales sobre los aspectos más relevantes del ambiente, o realizar las acciones que consideremos más adaptadas al contexto. Existen seis componentes diferentes:
- Arousal. Se refiere a nuestro nivel de activación y de alerta, si estamos un poco adormilados o por el contrario, activos.
- Atención focalizada. Capacidad para atender a algo.
- Atención sostenida. Capacidad de mantener la atención en una tarea durante un largo periodo de tiempo.
- Atención selectiva. Capacidad de dirigir la atención y mantenerla en algo sin que otras cosas nos interrumpan.
- Atención alternante. Capacidad de cambiar nuestra atención de una tarea a otra de manera fluida.
- Atención dividida. Capacidad para centrarnos en diferentes actividades al mismo tiempo.
Relacionado con el proceso atencional se encuentra la velocidad de procesamiento, es decir, el tiempo que tarda el cerebro en reaccionar y realizar una tarea.
Pero veamos un ejemplo para terminar de entenderlo:
Imagina que hoy vas a un concierto de música clásica, esperemos que lo suficientemente activo para no dormirte durante el mismo (arousal). Te sientas en la butaca y tienes que centrar tu atención al escenario (atención focalizada), donde empiezan a sentarse los músicos y el director de la orquesta ocupa su puesto. El concierto dura dos horas, así que tendrás que permanecer atento todo ese tiempo (atención sostenida). Comienza el concierto, y tú eres capaz de dirigir tu atención a los distintos instrumentos, los movimientos del director, etc. Sin que los movimientos de tu compañero de al lado te molesten (atención selectiva). Después de un rato dos de los músicos se levantan, comienza su solo, uno en cada punta del escenario y tú puedes cambiar de uno a otro para no perderte detalle (atención alternante). Casi cuando el concierto está acabando, tu móvil vibra, así que lo coges y contestas al mensaje sin dejar de prestar atención a la música (atención dividida).
¿Cómo se trabaja la atención?
Tareas de cancelación
En este tipo de tareas el niño/a debe tachar un estímulo de entre otros muchos. ¿Cómo podemos variar la dificultad de la tarea?
- Cambiando el número de estímulos que debe buscar.
- Cambiando la distribución de los estímulos en la hoja (ordenados vs desordenados).
- Añadiendo tiempo límite para hacer la tarea.
- Utilizar estímulos distractores, que se parezcan al estímulo objetivo, o colocar dibujos sobre la hoja de trabajo, como por ejemplo, líneas.
Tareas de búsqueda de símbolos/dibujos
En este tipo de tareas al niño/a se le presenta una lámina con símbolos o dibujos con números asignados y la misma lámina si los números para que los rellene. ¿Cómo podemos variar la dificultad de la tarea?
- Haciendo que los símbolos o los dibujos se parezcan mucho entre sí.
- Añadiendo tiempo límite para hacer la tarea.
Búsqueda de diferencias
Los niños/as deben encontrar las diferencias entre dos imágenes. ¿Cómo podemos variar la dificultad de la tarea?
- Podemos hacer la tarea más sencilla si añadimos cuadrículas a la imagen (pueden guiar la búsqueda).
- Le podemos dar instrucciones para ir comparando ambos dibujos ordenadamente (fíjate en la esquina superior derecha)
Para saber más:
- Fernandez, Alberto. (2014). Neuropsicología de la atención. Conceptos, alteraciones y evaluación. Revista Argentina de Neuropsicología. 25. 1-28.
- García-Ogueta MI. Mecanismos atencionales y síndromes neuropsicológicos. Rev Neurol 2001;32 (05):463-467
- Muñoz-Céspedes, J. M. y Tirapu, J. (2001). Rehabilitación neuropsicológica. Madrid: Síntesis.
- Periáñez, J. A., Ríos-Lago, M., Barcelo, F., Madrid, E., y Ruz, M. (2008). Atención y neuroimagen. En F. Maestu, M. Ríos Lago y R. Cabestrero (Eds.), Neuroimagen: técnicas y procesos cognitivos (pp. 281-316). Barcelona: Elsevier.
- Quijano, María & Cuervo, Maria. (2008). Las alteraciones de la atención y su rehabilitación en trauma craneoencefálico. Pensamiento Psicológico. 4.
- Ríos-Lago, M., Periáñez, J. A., y Rodríguez-Sánchez, J. M. (2008). Neuropsicología de la Atención. En J. Turapu Ustárroz, M. Ríos-Lago y F. Maestu Unturbe (Eds.), Manual de neuropsicología. Barcelona: Viguera.
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