Todas las sesiones de Terapia Asistida con Animales deben basarse en una evaluación, realizable al inicio, durante el tratamiento y al final.
Nos encontramos ante un grupo de cuatro usuarios, heterogéneo, las patologías presentes son:
- Mujer de 70 años, sin antecedentes personales de interés, acude al centro debido a que se olvida citas médicas, tiene que apuntarlo todo ya que si no se le olvida. En más de una ocasión se ha desorientado en la calle y ha tenido que ser ayudada para llegar a casa. En muchas ocasiones la familia refiere que se encuentra apática e irritable.
- Varón de 62 años, presenta alteraciones de conducta. Tiene poca iniciativa para hacer cosas, carece de empatía, no es consciente de su enfermedad y presenta desinhibición. Su familia refiere que siempre ha vivido rodeado de animales.
- Mujer de 67 años. Antecedentes de hipertensión arterial, diabetes mielitus y obesidad. Presenta dificultades para encontrar palabras.
- Varón de 82 años. Lleva 4 años con pérdida de memoria, repite y pregunta las mismas cosas. Grita y escenifica los sueños por la noche.
Antes de empezar con las actividades de una sesión hay que señalar que al inicio de tratamiento se deben fijar tanto objetivos generales como específicos grupales. Así mismo, se deben establecer objetivos individuales.
A continuación, señalo ejemplos de objetivos:
Objetivos generales
- Mejorar el estado anímico de los pacientes.
- Fomentar relaciones sociales.
Objetivos específicos
- Realizar actividades a través del perro que promuevan sonrisas, buenos momentos.
- Realizar actividades que promuevan la interacción entre los usuarios.
Objetivos personales de la primera mujer
- Rehabilitar la función cognitiva memoria.
- Mejorar su estado anímico.
La estructura de la sesión se compone de inicio, nudo y desenlace.
En el inicio lo que se hará es pasar por cada usuario con el perro para que le saluden y nos cuenten como se sienten, como han pasado la semana y para que nos cuenten aquello que quieran.
Tras eso, se realizarán una o dos actividades centrales dependiendo del desarrollo de la sesión.
Primera actividad: aro y perro salta
Los usuarios tendrán que montar un aro montable, para ello tendrán que hablar entre ellos para saber como hacerlo. Así mismo se aprovechará para que los usuarios nos digan los colores de las piezas, el orden en que lo van a montar. Una vez montado, los usuarios animarán al perro a que lo salte.
Esta actividad tiene entre sus objetivos: fomentar el trabajo en equipo, el seguimiento de instrucciones, el reconocimiento de colores.
Segunda actividad: perro y emociones
Colocaremos en una mesa emociones básicas humanas, una vez hecho eso, el perro irá pasando usuario por usuario para que saquen una tarjeta. Cuando lo hayan hecho eso, deberán identificar qué emoción está expresada en el perro para después emparejarla con la humana. Con cada emoción deberán contar una experiencia que hayan tenido con ella, por ejemplo, “siento alegría cuando mi familia viene a visitarme al centro”, “el perro siente alegría cuando sus propietarios le llevan al monte”.
Esta actividad tiene entre sus objetivos: fomentar la expresión, estimular la memoria episódica,
Actividad cierre
En la actividad de cierre, iremos con el perro usuario por usuario para que le cepillen, aprovecharemos para que nos cuenten que actividad es la que más les ha gustado y la que menos, también nos podrán decir qué actividad les gustaría hacer en la próxima sesión.