Esta semana queremos dedicar los posts a juegos que sirven para trabajar las emociones en los más pequeños. El juego de hoy, Emötiö, es una herramienta maravillosa para aprender a identificar, expresar y gestionar emociones.
Emötiö está diseñado con el fin de desarrollar la inteligencia emocional. A través del juego, los niños y niñas aprenderán a reconocer emociones en los demás y en uno mismo y desarrollarán estrategias para mejorar la comunicación y la gestión de las emociones. Estas habilidades son la base para facilitar el desarrollo de una buena autoestima, empatía y mejorar sus relaciones sociales.
Marca
El juego ha sido diseñado por Marta Miguel, y comercializado por Átomo Games, una marca que aún no conocíamos pero que se convertirá en una de nuestras imprescindibles. Esta marca está especializada en juegos educativos para toda la familia.
Materiales
Dentro de la caja encontraréis:
- Libro de instrucciones
- Dado
- Cartas de emociones
¿Cómo se juega?
Se puede jugar a partir de dos jugadores, aunque cuantos más seáis mejor. La dinámica del juego es muy sencilla. Un jugador tira el dado y sigue las instrucciones dependiendo de lo que indique. Coge una carta de emoción y completa la actividad propuesta por el dado. Si logra el objetivo gana la carta y, de lo contrario, se devuelve al mazo y no suma puntos.
- Inventa una historia: coge dos cartas e inventa una historia donde aparezcan esas emociones.
- Explica una situación: coge una carta y explica una situación donde te hayas sentido de esa manera.
- Adivina la emoción: coge una carta y sin mirarla pásala al resto de jugadores para que la describan y tú la adivines.
- Representa la emoción: coge una carta y trata de que el resto de jugadores adivinen la emoción con mímica.
- Valora lo pequeño: explica algo positivo que te haya pasado hoy.
- Empatía: coge una carta y elige a otro jugador para preguntarle si alguna vez se ha sentido así.
¿Qué trabajamos?
Emotio permite trabajar las siguientes competencias emocionales:
- Conciencia Emocional: tomar conciencia de las propias emociones, darles nombre, comprender las emociones ajenas y tomar conciencia de la interacción entre Emoción-Pensamiento-Comportamiento.
- Regulación emocional: habilidades de afrontamiento, competencias para autogenerar emociones agradables.
- Competencia Social: escuchar, respetar, compartir, desarrollar comportamiento prosocial, fomentar asertividad.
- Autonomía Emocional: actitud positiva, autoestima, automotivación. Además, permite reflexionar sobre los estereotipos y la igualdad de género acerca de las emociones, gracias a sus dos personajes.