Este último año los pop-it han triunfado entre los más pequeños y no tan pequeños, igual que pasó hace unos años con los spinners. Pero ¿por qué se ponen tan de moda estos pequeños juguetes?
Que a las personas nos guste tanto y nos relaje el jugar con objetos con texturas, movimientos o sonidos curiosos está muy relacionado con el procesamiento sensorial.
La integración sensorial es un proceso neurológico que organiza las sensaciones del propio cuerpo y del medio ambiente, y hace posible el uso del sistema nervioso central de manera efectiva en el entorno. Gracias a la terapia ocupacional, los profesionales que trabajamos con dificultades en el neurodesarrollo, le damos cada vez más importancia a la integración sensorial como mecanismo regulador.
La integración sensorial es esencial ya que:
- permite el aprendizaje, habituación y plasticidad cerebral
- Interviene en funcionalidades neuropsicológicas como:
- Identificar, discriminar y asociar información sensorial
- Organizar, modular y regular información
- Ordenar y controlar la planificación de acciones y praxias
Partiendo de esta información más técnica, y simplificando, nos gustan tanto los pop-it, como los spinners o las pelotitas anti-estrés porque nos ayudan a regular nuestros procesos internos, y eso hace que usarlos, en ocasiones sintamos una sensación agradable, y cuando estamos nerviosos, nos ayudan a nivel cerebral a modular la respuesta al estrés.
Debido a que se va demostrando de manera cuentin las ganancias tan positivas de la regulación sensorial, poco a poco vamos viendo cada vez más la utilización de “fidget toys”, o elementos sensoriales, en el entorno escolar para ayudar a niños con TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad), TEA (Trastorno del Espectro Autista) y otros trastornos o dificultades del aprendizaje a regular su atención y control de impulsos.
En este post (pinchar aquí) os damos algunas ideas de juguetes y recursos sensoriales para usar dentro y fuera del aula.
Que la NeuroPlasticidad os acompañe
Referencias:
Beaudry, I. (2006). Un trastorno en el procesamiento sensorial es frecuentemente la causa de problemas de aprendizaje, conducta y coordinación motriz en niños. Boletín de la Sociedad de Pediatría de Asturias, Cantabria, Castilla y León. 46 (197). Pp. 200-203
Bar, T.,Vatine, J., y Parush, S. (2008). Sensory modulation disorder: a risk factor for participation in daily activities. Developmental medicine and child neurology. 50(12), 932-937.
Erazo, O. (2015). Identificación, características y relación entre la integración sensorial, atención y conducta, y sus problemas en el aula. Informe de investigación. Universidad Internacional de la Rioja.