El libro que os recomendamos esta semana entra mejor en la categoría narrativa, más que divulgativa, sobre el Alzheimer. Se trata de un libro compuesto por cartas que le envía una niña llamada Anielka al señor A. pidiendo que deje en paz a su abuela. Es un libro basado en la propia experiencia de la autora, que a través de los ojos de su hija, nos relata cómo es vivir con una persona que sufre Alzheimer.
¿A quién va dirigido?
Es un libro literario, está pensado para un público general, pensado para remover las emociones y mostrar una versión concreta de la vivencia de una enfermedad.
¿De qué trata el libro?
El libro son cartas escritas por Anielka al señor A. que se presentan en orden cronológico. Estas cartas nos van contando como Anielka cree que el señor Alzheimer, el cual es invisible, persigue a su abuela y hace que no esté bien. A través de estas cartas no va contando cómo su abuela se va a vivir con Anielka, sus padre y su hermana mayor porque el señor A. ha hecho que no pueda vivir sola. Estas cartas nos irán relatando buenos y malos momentos de la familia al convivir con una persona con Alzheimer, vividos desde los ojos inocentes de una niña pequeña.
¿Por qué os recomendamos este libro?
Este libro, por un lado, en sí mismo es precioso, está muy bien escrito, y es un auténtico placer leerlo. Además, la autora lo ha creado a modo de oda a los abuelos, y se nota por el cariño con el que se trata a todos los personajes.
Por otro lado, nos puede servir como una gran herramienta de trabajo para abordar con niños más mayores y adolescentes, incluso adultos, una enfermedad neurodegenerativa de un familiar. Esto es así, ya que es un libro que plasma muy bien la sintomatología y la progresión del Alzheimer, uniendolo a las emociones que estos cambios producen en las personas del entorno. Los libros nos ayudan muchas veces a poner palabras a lo que sentimos por dentro pero no sabemos expresar, y este libro es un gran ejemplo de ello.
Es un libro conmovedor que os recomendamos de todo corazón.
Terminar este post con la frase con la que comienza el libro: “Dios no podía estar en todas partes, así que creó a la abuela” (Autor desconcido)
Que la NeuroPlasticidad os acompañe