Esta manualidad es perfecta ya que es una manera de reciclar cosas que ya tenemos por casa, y además practicamos con los más pequeños de casa tanto la seriación de números pequeños como la motricidad y la coordinación oculo-motora.
Materiales:
Rollos de papel higiénico, también valen los rollos de papel de cocina
Bandeja de fruta (versión pequeña)
Caja de cartón (versión grande)
Un rotulador
Unas tijeras
Masilla adhesiva (Blue-tack)
Pasos:
1.- Recortamos los rollos de cartón con un grosor de más o menos dedo y medio, no pasa nada si quedan más finos.
2.- Numeramos los trozos. En mi caso fue del 1 al 5 ya que no cabían más dentro de la bandeja.
3.- Pegamos detrás de cada trozo una bolita de masilla.
4.- Pegamos cada trozo alrededor de la bandeja, intentado que los números que se encuentran uno al lado del otro secuencialmente no estén muy lejos. La razón por la que vamos a pegar los trozos con masilla es para poder aumentar o disminuir la cantidad de números para cambiar la dificultad. También para poder ir cambiando la disposición de los números, y así hacerlo más dinámico. En la versión pequeña pegaremos los números en una bandeja de fruta, en la versión grande los pegaremos en una caja mediana de cartón.
5.- ¡A jugar!
¿Cómo se utiliza?:
Utilizaremos un objeto redondo pequeño, en mi caso utilizo una canica por su peso, pero podríamos utilizar una pelota de ping-pong, que entran justo por el rollo de papel higiénico.
Es muy sencillo, cogemos la bandeja/caja con ambas manos. Colocamos la pelota delante el número 1 y debemos pasar en orden por todos los números hasta llegar al último, no nos podemos saltar ninguno y debemos ir en orden. Si queremos trabajar el contar en orden inverso, entonces pondremos la pelota en el número más grande y tendremos que llegar hasta el 1 en orden.
¿Qué trabajamos?
Control motor, unido muy estrechamente a la coordinación oculo-motora. Es decir, vamos a ir adaptando los movimientos de nuestras manos según lo que vemos.
Planificación, ya que tendremos que observar y decidir cómo vamos a realizar el recorrido.
Seriación, debemos conocer el orden correcto de los números para poder hacer la actividad.
Se acerca septiembre y muchos pensamos en cómo repasar algunos conceptos básicos con los pequeños y no tan pequeños de la casa antes de que empiece el curso. Desde OlaNeuropsico os proponemos los Palitos matemáticos para repasar las sumas, las restas, las multiplicaciones y las divisiones. La manualidad es muuuy sencilla.
Materiales:
Depresores de madera, si tenéis de plástico también valen
Pinzas de la ropa de madera
Un rotulador, permanente si vuestros depresores son de plástico
Pasos:
1.- La recomendación es que cojáis 4 pinzas y las coloquéis como podéis ver en la imagen
2.- En el depresor (palito) escribimos con el rotulador el símbolo de la operación y el signo igual. Tenéis en las imágenes los ejemplos con suma, resta y multiplicación.
3.- Escribir en la parte superior de las pinzas de la ropa los números de 1 a 9, ya que para números más grandes utilizaremos dos pinzas para resolver la operación. Debido a esto último, lo mejor sería tener 3 pinzas con el mismo número, para así poder hacer muchas más combinaciones.
4.- ¡A practicar esas mates!
¿Qué trabajamos?:
Conceptos numéricos, tenemos que realizar operaciones matemáticas (sumas, restas, multiplicaciones y divisiones).
Motricidad fina, hay que enganchar las pinzas de la ropa en los depresores.
Story Cubes Emociones es un juego que hemos creado con la finalidad de incorporar las emociones a la creación de historias con determinados objetos y lugares. En el documento PDF encontraréis cinco dados, que tendréis que construir entre todos, dos de ellos están formados por diferentes objetos, uno es de lugares, y otros dos de emociones.
¿Cómo se juega?
El juego consiste en lanzar los dados, podemos elegir cuantos, dependiendo del número de jugadores y la complejidad que queramos darle al juego, ya que nuestra tarea es crear una historia en la que aparezcan cada una de las imágenes de los dados. Pero siempre debemos dejar al menos uno de los dados de emociones. Podemos jugar por turnos y que cada uno de los jugadores tengan que formar su propia historia o podemos lanzar los dados y que todos los jugadores participen en la creación de la historia, incorporando cada uno de ellos el dibujo de un dado. Si os decidís por la primera versión ganaría el jugador que por votación cree la historia más entretenida.
¿Qué procesos cognitivos podemos trabajar con este juego?
Creatividad: debemos imaginar la forma más creativa de añadir cada objeto a nuestra historia.
Flexibilidad: tenemos que estar preparados para utilizar los objetos de cualquier forma para que la historia tenga sentido.
Lenguaje: hay que estructurar un texto y para eso necesitamos frases con sentido y buenos conectores.
Cognición social: en un primer lugar debemos reconocer las emociones que nos han salido en los dados, y después tenemos que identificar que situaciones nos pueden llevar a sentir esa emoción, para que nuestra historia encaje a la perfección.
A continuación os dejamos el pdf para descargar los dados imprimibles, construirlos y disfrutar de este juego.
Hoy os traemos un nuevo material para trabajar la teoría de la mente y el concepto de compartir. Se trata de la continuación del primer caso de este material para desarrollar el reconocimiento de las emociones tanto propias como en los demás a través de un recurso interactivo que permitirá a la niña o el niño elegir que haces en cada situación y observar sus consecuencias.
Caso 2: algo pasa en clase
Muchos de los niños/as tienen dificultades para compartir, ya sean objetos personales como juguetes, o incluso personas. Sin embargo, se trata de un concepto fundamental para establecer buenas relaciones sociales, además es imprescindible para adaptarnos al mundo en el que vivimos.
Por eso, esta segunda parte del Detective de las Emociones la hemos centrado en este concepto, a veces tan difícil de explicar o de entender las consecuencias positivas que puede tener.
Preparación del juego
Es un recurso interactivo, por lo que lo mejor sería utilizarlo en un ordenador o Tablet, pero también se pueden imprimir las hojas e ir seleccionando manualmente el orden.
¿Cómo se juega?
Se puede jugar de manera individual o en grupo, bien en competición o de forma colaborativa. Los niños/as deberán resolver el caso contestando a las preguntas que aparecerán al final. La persona o el equipo que lo resuelva gana.
¿Qué estamos trabajando con este juego?
Sobre todo el concepto de compartir, pero esto va muy ligado al reconocimiento de emociones y la teoría de la mente. Además debemos respetar turnos, y tomar decisiones de forma individual o grupal, teniendo en alguna ocasión que dar nuestra opinión y llegar a acuerdos.
Para descargar el material pulsa en el siguiente enlace:
Si quieres encontrar más materiales para trabajar emociones y teoría de la mente, no dudes en pasarte por nuestra página de recursos de cognición social.
Hoy os dejamos el enlace de descarga a un material especial para verano que un grupo de profesionales del campo de la rehabilitación infantil hemos creado con mucha ilusión. En este maravilloso grupo hemos contado con neuropsicólogas, pedagoga, logopeda y terapeuta ocupacional. Todas nosotras hemos puesto nuestro granito de arena para juntar una serie de fichas, actividades y juegos para que los podáis disfrutar lo que queda del verano.
¿Cómo utilizar el cuaderno de estimulación?
El cuaderno está dividido en diferentes secciones, que podréis encontrar especificadas en el índice. Nuestra recomendación es que todas aquellas actividades que son de tipo juego las plastifiquéis para que así no solo os duren más, sino que de este modo también os las podéis llevar a la playa con vosotros.
En el siguiente enlace podréis descargar el cuaderno completo de forma gratuita:
Y, ¿por qué hemos creado un cuaderno de verano? Este cuaderno está enfocado para niños de primaria, y en esas edades la rutina de aprendizaje es muy importante. Siendo comedidos, es importante que los niños sigan dedicando un tiempo del día a realizar actividades que mantengan sus cerebros ocupados y que además tengan un formato que solemos llamar “de lápiz y papel”.
Este tipo de actividades nos ayudan a entrenar no solo las funciones cognitivas para las que fueron creadas, sino también el trabajar sentado y atento a una tarea que, aunque hemos intentado que sean lo más llamativas posibles, no es un juego. Esta habilidad es fundamental para el sistema educativo actual y por ello es importante mantenerlo durante el verano, pero ¡cuidado!, con mantener la rutina nos vale, no hace falta que estemos una hora trabajando con fichas. Por eso, en este cuaderno no hay solo fichas, sino que también hay juegos, y esos juegos nos van a ayudar a repasar conceptos y favorecer el desarrollo de distintas funciones cognitivas de una manera divertida.
Además, y gracias a la idea de una terapeuta ocupacional, hemos incluido la sección de Explora, para no olvidar que no solo se aprende haciendo fichas, sino que al explorar nuestro entorno y relacionarnos con él los niñ@s también están aprendiendo cosas igual de importantes, o más, que los contenidos que aprenden en el colegio.
Esperamos que disfrutéis mucho del contenido de este cuaderno, cada ficha tiene la cuenta de Instagram de su autora, por lo que si tenéis cualquier duda os podéis poner en contacto con nosotras.
Se trata de una dificultad con el lenguaje que no está causada por ningún déficit evidente a nivel neurológico, sensorial, intelectual o emocional, y que puede afectar al desarrollo del vocabulario, la gramática y las habilidades conversacionales. Afecta principalmente a la adquisición y desarrollo del lenguaje oral y se puede caracterizar por los siguientes atributos:
Específico: no hay evidencia de un déficit intelectual, trastorno emocional, lesión neurológica, déficit sensorial o problema motor que pueda explicar las dificultades del lenguaje de las personas afectadas.
Grave: no es un simple retraso en la adquisición del lenguaje. Una vez adquirido, su desarrollo sigue un patrón distinto de lo habitual, lo que complica su pronóstico y tratamiento.
Persistente: es un trastorno duradero que puede dejar secuelas significativas en la edad adulta.
Heterogéneo: las características pueden variar mucho de un niño a otro.
Dinámico: teniendo en cuenta que nos encontramos ante un cerebro en desarrollo, las dificultades y habilidades evolucionan con el tiempo.
Complejo: el principal problema está en el lenguaje oral, pero otros procesos cognitivos también se ven afectados.
Frecuente: los datos de prevalencia para el TEL oscilan entre el 2% y el 7% de la población escolar.
De evolución lenta: requiere de tiempo y trabajo.
Genético: se trata de un trastorno del neurodesarrollo con implicación genética.
Las diversas explicaciones del trastorno han dado lugar a diferentes clasificaciones, todas a partir de los trabajos de Rapin y Allen (1987). Por lo que la clasificación más ampliamente aceptada sería la siguiente:
¿Cuáles son las características del lenguaje en los TEL?
Algo muy particular en los niños con TEL son las dificultades que tienen que ver con su sistema lingüístico. Cosa que queda reflejada sobre todo en la escuela. Por ejemplo, a nivel atencional son muy buenos, hasta que se trata de información verbal, entonces es cuando aparecen los problemas, por lo que es muy difícil que puedan seguir la lectura de un cuento.
Además, los niños con TEL pueden cometer errores fonológicos, es como si no fuesen capaces de aprender las reglas que permiten la combinación de sonidos, lo que hace que comentan numerosos errores de omisión de sílabas (fante por elefante) o sustituciones de un sonido por otro (parco por barco). Y en ocasiones, dificultades articulatorias.
Pero los problemas más graves y frecuentes tienen que ver con la morfosintaxis, es muy habitual que a este tipo de niños les cueste organizar y producir estructuras gramaticales, presentando abandonos de frases, pausas o rodeos, omisión de palabras y falsos comienzos. A esto se puede añadir problemas en la comprensión, que dificultarían aún más su discurso.
También suelen tener dificultades léxico-semánticas. El retraso del habla y el pobre vocabulario pueden constituir los primeros indicios de un posible TEL. También suelen aparecer dificultades para conocer el significado de las palabras o para acceder a algunas de ellas o sus relacionadas.
En algunas ocasiones, aparecen problemas con la pragmática del lenguaje, es decir adaptar su discurso al contexto, teniendo en cuenta las diferentes normas sociales. Estas características junto con el retraso del habla, y algunas particularidades dificultan el diagnóstico diferencial con el Trastorno del Espectro del Autismo (TEA).
¿Cuáles son sus características neurocognitivas?
Las afectaciones cognitivas que caracterizan a los TEL, por su carácter de especificidad, están en constante revisión. Buiza-Navarrete (2007) señala problemas en:
Velocidad de procesamiento: los niños con TEL muestran un mayor tiempo de reacción ante determinadas tareas, ya sean con información verbal o no verbal.
Atención: sobre todo problemas de atención sostenida.
Procesamiento perceptivo: tienen dificultades para diferenciar sonidos de corta duración o presentados en una secuencia muy rápida.
Memoria: a corto y a largo plazo, sobre todo de información verbal y visoespacial.
Funciones ejecutivas: el funcionamiento ejecutivo ha sido ampliamente investigado en TEL y se ha llegado a la conclusión de que sus principales dificultades están asociadas con fluidez verbal y no verbal, inhibición, planificación, categorización y memoria de trabajo.
Intervención y tratamiento
Conociendo todas las dificultades asociadas al TEL, y siempre teniendo en cuenta la problemática particular de cada niño, la intervención deber ir dirigida a las particularidades comentadas anteriormente.
Si tienes dudas sobre si tu hija o hijo podría tener un trastorno del lenguaje o si recientemente ha recibido el diagnóstico y necesitas orientación, no dudes en escribirnos.
Para saber más:
Buiza-Navarrete, J.; Adrián-Torres J.; González-Sánchez, M. “Marcadores cognitivos en el trastorno específico del lenguaje”. Revista de Neurología. 2007; 40: 326-33.
Enseñat, A., Roig, T., & García, A. (2015). Neuropsicología pediátrica (3.a ed.). Síntesis.
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