¿Qué es el trastorno del aprendizaje no verbal o TANV?

El TANV es un trastorno del neurodesarrollo muy poco conocido y por tanto poco estudiado, que actualmente no se encuentra dentro de las clasificaciones oficiales de trastornos mentales, cómo son el DSM-V y la CIE-10, pero ya hay asociaciones de padres que luchan por que esto cambie. También es conocido como Trastorno del Aprendizaje Procedimental (TAP).

De los primeros autores en hablar sobre el Trastorno del Aprendizaje No Verbal fueron Johson y Mylebust en 1971. Pero el autor que mejor ha definido el trastorno y de los pioneros en la publicación de libros y artículos sobre el TANV ha sido Rouke. 

El TANV, al igual que la mayoría de los trastornos, tiene un conjunto amplio y heterogéneo de dificultades y en cada niño se presentan de una manera única. Las dificultades centrales del trastorno son:

  • Dificultades psicomotoras: son niños normalmente percibidos como “torpes”. De pequeños los padres suelen describirlos como bebés muy tranquilos, y según van desarrollándose irán teniendo dificultades en el equilibrio, jugando a la pelota o saltando. Estas dificultades suelen llevar a los niños a presentar menos conductas de exploración del entorno, característica que algunos autores consideran también central del TANV. En la incorporación al colegio, también se hacen evidentes dificultades en motricidad fina, como puede ser pintar, recortar, abotonarse y vestirse. 
  • Dificultades visoespaciales: en el día a día, estos niños tienen dificultades con los puzles, los rompecabezas y los juegos de construcción. En los desplazamientos les cuesta recordar referencias espaciales, por lo que tienen dificultades de orientación y tendrán más facilidad para perderse siguiendo un mapa. Son niños con grandes dificultades para dibujar, unido a las dificultades de motricidad final, suelen rechazar las actividades más “artísticas”. 
  • Baja competencia social: en este aspecto hay que partir de que la comprensión de las situaciones sociales es muy compleja y alberga muchos tipos de información, no sólo la verbal. Los niños con TANV tienen principalmente dificultades con aquellos aspectos no verbales de las situaciones sociales, por lo que no “leen” bien el tono de la voz, los gestos y la información contextual de dichas interacciones. Esto genera que en muchas ocasiones las respuestas que dan los niños con TANV sean desajustadas al contexto. Por otro lado, estos niños tienen grandes dificultades para comprender lo que llamamos la pragmática del lenguaje. El lenguaje en sí mismo tiene un significado literal, directo, pero las personas utilizamos el lenguaje con dobles sentidos, damos cosas por hecho cuando hablamos y utilizamos lenguaje coloquial cuando hablamos con gente conocida. Todos estos elementos no literales del lenguaje son tremendamente complicados de comprender por las personas con TANV, lo que hace aún más complejo su comprensión de las conversaciones e interacciones sociales. 

Otras dificultades de los niños con TANV son:

  • Déficits en el procesamiento simultáneo
  • Baja capacidad de memoria episódica y visual
  • Limitaciones en el funcionamiento ejecutivo
  • Problemas de adaptación a situaciones novedosas
  • Problemas emocionales
  • Conciencia de sus propias dificultades: conocido en neuropsicología como anosognosia. 

Se cree que el TANV es un trastorno del neurodesarrollo, es decir, que está presente desde la primera infancia y acompaña al niño a lo largo de su desarrollo. Pero, a diferencia de otros trastornos del neurodesarrollo como el TEA o el TDAH, las dificultades del TANV se hacen más evidentes, o afectan más a la funcionalidad de la persona, cuando se acercan a la adolescencia. Por ello, son niños que pueden haber sacado más o menos buenas notas a lo largo de su desarrollo escolar, y al entrar en la educación secundaria, comienzan a presentar grandes dificultades con las tareas escolares y con las relaciones sociales, que se van haciendo cada vez más complejas. 

TANV, hemisferio derecho y sustancia blanca

El TANV se cree que puede ser debido a una lesión o disfunción en el hemisferio derecho por lo que algunos autores lo denominan trastorno de aprendizaje del hemisferio derecho. Mientras que el hemisferio izquierdo suele ser el predominante para las funciones lingüísticas, el hemisferio derecho se relaciona con las habilidades perceptivo-visuales. 

Además, se sugiere que el TANV se debe, a su vez, a alteraciones en la sustancia  blanca cerebral. Dentro del cerebro la sustancia gris está formada por  los cuerpos de las neuronas, de color gris, y su función está relacionada con el procesamiento de la información. Por otro lado, la sustancia blanca está formada por los axones recubiertos de mielina. La función del axón es transmitir la información entre las neuronas. La mielina es una sustancia blanquecina que ayuda a que esta función se realice de una manera rápida.  La sustancia blanca tiene un rol fundamental en la cohesión y conexión cerebral, y juega un papel esencial en el desarrollo de funciones cognitivas, motoras, conductuales y sociales. La maduración de la sustancia blanca no sigue un crecimiento lineal y uniforme. Posiblemente debido a ese desarrollo de la mielinización, el TANV de un niño puede ser menos evidente a los 7-8 años que a los 12-24. 

Características neuropsicológicas 

(Tabla adaptada del libro TANV, Trastorno del aprendizaje no Verbal de David González Muñoz)

Intervención y tratamiento

Teniendo en cuenta las dificultades principales del TANV, y sin olvidar que cada caso es único, la recomendación general sería un tratamiento conjunto desde las áreas de neuropsicología, para trabajar toda la parte de cognición y habilidades sociales, y desde el área de terapia ocupacional, para trabajar la exploración del entorno, las habilidades motoras finas y las habilidades visoespaciales.  

Además, al igual que ante cualquier otra dificultad o trastorno a nivel neuropsicológico, debe haber una respuesta adecuada por parte del colegio. 

Si tienes dudas sobre si tu hija o hijo podría tener un trastorno del aprendizaje no verbal o si recientemente ha recibido el diagnóstico y necesitas orientación, no dudes en escribirnos.

Asociación TANV España

En la web de la Asociación Nacional de afectados por el Trastorno de Aprendizaje No Verbal, esta asociación podréis encontrar más información acerca del TANV, además de recursos y ayudas para niños con TANV y sus familias. 

Además, suelen organizar cursos y ponencias para divulgar información fiable y completa sobre este trastorno tan poco conocido y estudiado. 

Además, os dejamos los links de una de esas charlas, en cuyo ponente es David Gonzáñez Muñoz en el que explica en profundidad todo lo que se conoce hasta ahora del TANV. 

Parte 1: https://youtu.be/zn3jLevpA48

Parte 2: https://youtu.be/1bhzX5uTw2Q

Parte 3: https://youtu.be/l9ggHYHlvXE

Esperamos que os haya resultado interesante y útil, y que la Neuroplasticidad os acompañe. 

Bibliografía:

González Muñoz, D. (2016). TANV. Trastorno de Aprendizaje No Verbal. EOS

Portellano, J. A. (2007). Neuropsicología Infantil. Síntesis.

¿Qué es el trastorno específico del lenguaje o TEL?

Se trata de una dificultad con el lenguaje que no está causada por ningún déficit evidente a nivel neurológico, sensorial, intelectual o emocional, y que puede afectar al desarrollo del vocabulario, la gramática y las habilidades conversacionales. Afecta principalmente a la adquisición y desarrollo del lenguaje oral y se puede caracterizar por los siguientes atributos: 

  • Específico: no hay evidencia de un déficit intelectual, trastorno emocional, lesión neurológica, déficit sensorial o problema motor que pueda explicar las dificultades del lenguaje de las personas afectadas.
  • Grave: no es un simple retraso en la adquisición del lenguaje. Una vez adquirido, su desarrollo sigue un patrón distinto de lo habitual, lo que complica su pronóstico y tratamiento.
  • Persistente: es un trastorno duradero que puede dejar secuelas significativas en la edad adulta.
  • Heterogéneo: las características pueden variar mucho de un niño a otro.
  • Dinámico: teniendo en cuenta que nos encontramos ante un cerebro en desarrollo, las dificultades y habilidades evolucionan con el tiempo. 
  • Complejo: el principal problema está en el lenguaje oral, pero otros procesos cognitivos también se ven afectados. 
  • Frecuente: los datos de prevalencia para el TEL oscilan entre el 2% y el 7% de la población escolar. 
  • De evolución lenta: requiere de tiempo y trabajo.
  • Genético: se trata de un trastorno del neurodesarrollo con implicación genética. 

Las diversas explicaciones del trastorno han dado lugar a diferentes clasificaciones, todas a partir de los trabajos de Rapin y Allen (1987). Por lo que la clasificación más ampliamente aceptada sería la siguiente: 

¿Cuáles son las características del lenguaje en los TEL?

Algo muy particular en los niños con TEL son las dificultades que tienen que ver con su sistema lingüístico. Cosa que queda reflejada sobre todo en la escuela. Por ejemplo, a nivel atencional son muy buenos, hasta que se trata de información verbal, entonces es cuando aparecen los problemas, por lo que es muy difícil que puedan seguir la lectura de un cuento. 

Además, los niños con TEL pueden cometer errores fonológicos, es como si no fuesen capaces de aprender las reglas que permiten la combinación de sonidos, lo que hace que comentan numerosos errores de omisión de sílabas (fante por elefante) o sustituciones de un sonido por otro (parco por barco). Y en ocasiones, dificultades articulatorias. 

Pero los problemas más graves y frecuentes tienen que ver con la morfosintaxis, es muy habitual que a este tipo de niños les cueste organizar y producir estructuras gramaticales, presentando abandonos de frases, pausas o rodeos, omisión de palabras y falsos comienzos. A esto se puede añadir problemas en la comprensión, que dificultarían aún más su discurso. 

También suelen tener dificultades léxico-semánticas. El retraso del habla y el pobre vocabulario pueden constituir los primeros indicios de un posible TEL. También suelen aparecer dificultades para conocer el significado de las palabras o para acceder a algunas de ellas o sus relacionadas. 

En algunas ocasiones, aparecen problemas con la pragmática del lenguaje, es decir adaptar su discurso al contexto, teniendo en cuenta las diferentes normas sociales. Estas características junto con el retraso del habla, y algunas particularidades dificultan el diagnóstico diferencial con el Trastorno del Espectro del Autismo (TEA).

¿Cuáles son sus características neurocognitivas?

Las afectaciones cognitivas que caracterizan a los TEL, por su carácter de especificidad, están en constante revisión. Buiza-Navarrete (2007) señala problemas en:

  • Velocidad de procesamiento: los niños con TEL muestran un mayor tiempo de reacción ante determinadas tareas, ya sean con información verbal o no verbal. 
  • Atención: sobre todo problemas de atención sostenida.
  • Procesamiento perceptivo: tienen dificultades para diferenciar sonidos de corta duración o presentados en una secuencia muy rápida.
  • Memoria: a corto y a largo plazo, sobre todo de información verbal y visoespacial. 
  • Funciones ejecutivas: el funcionamiento ejecutivo ha sido ampliamente investigado en TEL y se ha llegado a la conclusión de que sus principales dificultades están asociadas con fluidez verbal y no verbal, inhibición, planificación, categorización y memoria de trabajo. 

Intervención y tratamiento

Conociendo todas las dificultades asociadas al TEL, y siempre teniendo en cuenta la problemática particular de cada niño, la intervención deber ir dirigida a las particularidades comentadas anteriormente. 

Si tienes dudas sobre si tu hija o hijo podría tener un trastorno del lenguaje o si recientemente ha recibido el diagnóstico y necesitas orientación, no dudes en escribirnos.

Para saber más:

Buiza-Navarrete, J.; Adrián-Torres J.; González-Sánchez, M. “Marcadores cognitivos en el trastorno específico del lenguaje”. Revista de Neurología. 2007; 40: 326-33.

Enseñat, A., Roig, T., & García, A. (2015). Neuropsicología pediátrica (3.a ed.). Síntesis.

Guía TEL. Asociación ATELGA (TEL GALICIA). https://www.dropbox.com/s/o5s7t0aksl3dj2z/Gu%C3%ADa%20TEL%20castellano%20WEB.pdf?dl=0

¿Qué es el trastorno del espectro autista (TEA)?

Es un trastorno del desarrollo neurológico caracterizado por presentar conductas repetitivas e intereses restringidos y dificultades en la comunicación y la interacción social.

La palabra espectro hace referencia a la diversidad de indicadores que presenta, cada persona es un mundo. Por este motivo, la intervención debe ser totalmente individualizada y centrada en las destrezas, intereses y características individuales de cada niño/a. Respetando su singularidad y su identidad.

En los últimos años, gracias a un mejor entendimiento del trastorno, se ha producido un aumento notable en su prevalencia. Aproximadamente, un caso cada cien nacimientos (Confederación Autismo España, 2019).

Una vez conocida la parte teórica, ¿cómo aborda la neuropsicología el TEA? Pues bien, en primer lugar, los objetivos generales de la intervención neuropsicológica serían evaluar y desarrollar las capacidad y habilidades del niño/a, promover su funcionalidad y autonomía, para mejorar su calidad de vida y la de sus familiares y por último, intervenir sobre las dificultades cognitivas, emocionales y conductuales. ¿Qué debemos considerar, además de estos objetivos generales, con estos niños/as? Pues es muy importante que incluyamos objetivos dirigidos a la generalización de los aprendizajes, es decir, que puedan utilizarlos de manera autónoma en contextos naturales y su vida cotidiana, por otro lado, es importante respetar sus propios intereses y facilitar el aprendizaje en base a ellos, porque son sus motivaciones. Y por último, debemos tener en cuenta que las capacidades requieren unas habilidades previas que, a veces, no están desarrolladas, por lo que debemos fomentarlas para facilitar su aprendizaje.

El lenguaje es nuestra forma de comunicación por excelencia. Los niños/as con TEA suelen tener dificultades para la comunicación verbal. Nuestra ayuda, en este sentido, debe ir dirigida a fomentar en ellos el aprendizaje del lenguaje/comunicación. Es importante aprender a adaptarnos a su forma de comunicarse y educar a las personas de su entorno para que tengan paciencia y traten de utilizar formas de comunicación que para ellos/as sean más fáciles de entender ¿y cómo podemos hacer esto? Utilizando formas de comunicación constructivas y empleando ayudas visuales que acompañen al lenguaje verbal.

Otro aspecto en el que los niños/as con TEA suelen tener dificultades es en su vida social. Pero podemos ayudarles a relacionarse. Acompañándoles en sus juegos, a su ritmo, dándoles el tiempo que necesiten para compartir sus intereses con nosotros/as, reforzando sus conductas sociales adaptativas, como dirigirse a alguien para interactuar o atender cuando nos dirigimos a ellos/as, fomentando sus relaciones sociales, enseñándoles a jugar con otros niños y niñas, evitando la sobreprotección (la autonomía es un aspecto fundamental en la búsqueda de la calidad de vida de una persona) y facilitando su participación en actividades como deporte adaptado, salidas de ocio, campamentos, excursiones, etc.

Por otro lado, es frecuente que los niños y niñas con TEA tengan un “procesamiento sensorial atípico”. Sus sensaciones ante estímulos más o menos cotidianos pueden ser diferentes a las nuestras (hipersensibilidad a sonidos, dificultad para aceptar el contacto físico, poca tolerancia ante determinadas texturas, olores o sabores, etc.). Conocer esto, nos permitirá adaptar en la medida de lo posible, el entorno de las actividades, a fin de evitar el malestar.

Existen una serie de habilidades específicas para el cuidado de niños/as con TEA como son las técnicas de modificación de conducta (a las que dedicaremos un post próximamente), utilización de pictogramas, rutinas, horarios y agendas visuales, y Sistemas Alternativos y Aumentativos de Comunicación (SAAC).

¿Cómo podemos ayudar desde casa?

  • Jugando con ellos, a su manera, tratando de entenderles y utilizar eso como punto de partida del aprendizaje.
  • Dejando que se expresen y sientan. Asegurándonos de que comprenden.
  • Respetando su identidad y sus emociones.
  • Fomentando la comunicación, utilizando apoyos visuales.
  • Poniéndonos a su altura, para facilitar que nos presten atención.
  • Estableciendo rutinas, haciéndolos partícipes en las decisiones.
  • Avisando de los cambios y eventos con antelación.
  • Tratando de que su alimentación sea variada.
  • No forzando si no es estrictamente necesario.
  • Acompañándolos en sus juegos, a su ritmo, y tratando de mantener una actitud positiva.

Para saber más:

  • Almeida, Nora & Aguaded, Maria. (2016). El enfoque neuropsicológico del autismo: Retos para comprender, diagnosticar y rehabilitar desde la Atención Temprana. Revista chilena de Neuropsicología. 11. 10.5839/rcnp.2016.11.02.06.
  • Alonso Peña, J.R. (2009). Autismo y Síndrome de Asperger: guía para familiares, amigos y profesionales. Colección Psicología. Ed. Amarú.
  • Guía para padres sobre el Trastorno del Espectro Autista. Instituto Nacional de la Salud Mental (NIMH).
  • Seijas Gómez, Raquel. (2015). Atención, memoria y funciones ejecutivas en los trastornos del espectro autista: ¿cuánto hemos avanzado desde Leo Kanner?. Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, 35(127), 573-586. https://dx.doi.org/10.4321/S0211-57352015000300009.
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