El director del dibujo

Para este juego, primero vas a necesitar recortar todas las tarjetas que tienes ahí abajo. Después, vas a necesitar dos jugadores, por lo menos. Uno será el dibujante, y el otro será el director del dibujo. Pero pueden participar más jugadores, mientras se mantengan bien los turnos.

Preparación del juego:

Colocar todas las tarjetas en un mazo, que estas estén mirando boca abajo. Tener un papel, un lápiz y una goma. Si tienes una pizarra normal o blanca, mejor, así no derrochamos papel.

¿Cómo se juega?

Opción 1:

El que gane a un piedra, papel o tijeras, es el primer director del dibujo. Como director debe coger una tarjeta del mazo, sin que el dibujante la vea. El dibujante coge sus utensilios de artista y se prepara para seguir las órdenes del director.

El director debe irle dando al artista las indicaciones necesarias para que este haga un dibujo lo más parecido posible al que aparece en la tarjeta que tiene el director. Cuando el director crea que el dibujo está bien hecho, dice “¡YA!”. Cuando el juego se nos dé mejor, podemos poner un temporizador de 3 minutos, y será el temporizador el que avise de que ya no se puede dibujar más. Lo podemos ir haciendo cada vez más difícil poniendo cada vez menos tiempo en el temporizador.

Entonces el artista puede ver la tarjeta. Es él quien decide si el director ha hecho un buen trabajo describiendo o no. Si ha hecho un buen trabajo cómo director, se lleva la tarjeta, la cual cuenta como 1 punto. Tras esto, los jugadores cambian de papel. El jugador con más puntos gana la partida.

Normas: los monigotes tienen distintas expresiones faciales, para hacerlo más complicado no vale decir: está contento, sino que habría que decir, tiene la boca en una curva hacia arriba o una u hacia arriba.

Opción 2:

El que gane a un piedra, papel o tijeras, es el primer director del dibujo. Como director debe coger una tarjeta del mazo, sin que el dibujante la vea. El dibujante coge sus utensilios de artista y se prepara para seguir las órdenes del director.

El dibujante debe de irle preguntando al director preguntas para averiguar cómo es el dibujo que debe hacer. Pero el director sólo puede responder “si” o “no”, por lo que el artista debe pensar muy bien lo que va a preguntar. Se puede establecer un límite de preguntas, en un inicio podemos poner 15, pero las podemos ir rediciendo hasta 5 y hacerlo muchísimo más difícil. Otra opción es utilizar un temporizador, dándole al artista un tiempo límite para hacer las preguntas y terminar el dibujo. Lo podemos ir haciendo cada vez más
difícil poniendo cada vez menos tiempo en el temporizador.

Cuando el número de preguntas o el tiempo se hayan acabado, entonces el artista puede ver la tarjeta. Es el director el que debe juzgar si el artista ha hecho un buen trabajo. Si ha hecho un buen trabajo cómo artista, se lleva la tarjeta, la cual cuenta como 1 punto. Tras esto, los jugadores cambian de papel. El jugador con más puntos gana la partida.

En esta versión, se puede jugar con la norma de no decir qué expresión facial es, contento, triste, enfadado, pero sólo cuando se haya jugado muchas veces. Ya que entonces el artista debe hace más preguntas.

Opción 3:

Consiste en jugar a cualquiera de las dos versiones anteriores, pero cada parte correcta del dibujo suma 1 punto. Es decir, ojos, boca, cuerpo, manos, pies, pelo, complementos, orejas. Debido a que hay dibujos con mucho más detalle que otros, se puede ganar un máximo de 5 puntos por dibujo. De esta manera, todas las tarjetas tienen más o menos la misma dificultad.

Cosas en las que te tienes que fijar para dar direcciones, o cosas importantes que debes preguntar para poder dibujarlas.

  • Tamaño del cuerpo, es normal, largo o corto
  • Brazos, son dos palitos hacia abajo, dos palitos perpendiculares al cuerpo, dos curvas hacia arriba….
  • Pies, tiene pies?, cómo son?
  • Manos, tiene manos?, cómo son?
  • Ojos, son dos puntitos, dos rayitas, dos U hacia abajo…
  • Boca, una u hacia arriba, una u hacia abajo, una línea recta…
  • Pelo, largo, pincho, dos pelos, tres pelos ….
  • Orejas, tiene?, cómo son?
  • Complementos, corona, sombrero, …

La flexibilidad, tu súper poder

Para este juego, primero vas a necesitar recortar todas las tarjetas que tienes ahí abajo.
Después, vas a necesitar dos jugadores, por los menos. Uno será el encargado de ir sacando cartas, y el otro será quien deba decir el color del superhéroe o si lleva capa o no. Pueden participar más jugadores, mientras se mantengan bien los turnos.

Preparación del juego:

Colocar todas las tarjetas en un mazo mirando boca abajo.
Cronómetro para contar 1 minuto.

¿Cómo se juega?

El último que haya visto una peli de superhéroes empieza jugando. Su compañero irá sacando tarjetas del mazo, durante 1 minuto. El jugador deberá ir diciendo el color del superhéroe que aparece en la tarjeta, pero cuando la tarjeta tenga un borde negro deberá decir si el superhéroe lleva capa o no. Siempre lo más rápido que pueda! Cuando acabe el tiempo, contará el número de tarjetas que ha conseguido (ha dicho lo que tenía que decir a la primera) y pasará el turno al jugador que antes estaba sacando las tarjetas.

¿Qué estamos trabajando con este juego?

Por un lado, nuestra capacidad de cambiar de una regla (decir el color) a otra (decir si lleva capa o no), lo que se conoce como flexibilidad cognitiva, además debemos controlar las ganas de decir el color cuando toca decir la capa y viceversa (control inhibitorio), por otro lado debemos mantener la regla de que cuando el filo de la tarjeta sea más grueso toca decir si lleva capa o no (memoria de trabajo) y por supuesto debemos estar muy concentrados.

Juegos como herramienta de estimulación infantil

¿Por qué elegir juegos para estimular el desarrollo de los niños y niñas?

La respuesta es muy sencilla: los juegos son una excelente herramienta para fomentar el desarrollo de los más pequeños de una forma divertida. ¿De qué forma? Aquí tenéis unas claves para sacar el mayor partido a los juegos que tengáis por casa:

  • Facilitan el desarrollo de los procesos cognitivos: hay juegos que están específicamente diseñados para estimular determinados procesos cognitivos. Esto va a depender de la naturaleza del juego, sin embargo, todos ellos favorecen el desarrollo de estrategias para resolver problemas y superar retos.
  • Contribuyen a desarrollo de habilidades de gestión emocional: el juego es un excelente contexto para desarrollar habilidades de gestión emocional. Manejar la frustración o aumentar la empatía y la cooperación son aprendizajes necesarios para los más pequeños.
  • Potencian el desarrollo de la motricidad: todos los juegos tienen un carácter manipulativo, es decir, requieren en mayor o menor medida capacidades como la destreza manual o coordinación mano-ojo. Por este motivo, es muy importante priorizar el uso de juegos antes que el uso de tecnologías ya que como los estímulos aparecen a través de una pantalla, se pierde la parte manipulativa. 
  • Favorecen las habilidades sociales: los niños y niñas pueden y deben jugar solos pero también es muy importante que encontremos momentos para hacerlo en familia o con amigos. De esta forma, aprenderán a respetar turnos, y cumplir normas y son un excelente contexto para desarrollar habilidades comunicativas. 

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La caja de la memoria

En este post os explico de manera escrita la manualidad y a su vez juego de memoria que os mostramos a través de un video IGTV en nuestro Instragram. 

La idea de hacer una caja de la memoria surge a raiz de las peticiones de las familias con las que trabajo, las cuales necesitaban material para trabajar con sus hijos e hijas, pero, si podían, preferían no pedirlo por internet. De ahí una mezcla entre manualidad, que nos hará disfrutar un rato de nuestra creatividad y habilidades manipulativas, y una actividad para trabajar la memoria de trabajo viso-espacial. 

Materiales:

Huevera (de cartón)

Pinturas, un color diferente por cada hueco de la huevera (6 o 12)

Pasos:

1º Pintamos cada unos de los huecos de un color diferente

2º Decoramos la parte exterior de la caja

y, ¡Ya está!

Ahora si, 

¿Cómo se juega?

El sistema del juego es muy fácil, para el nivel más sencillo utilizaríamos una huevera de 6 y un objeto pequeño, por ejemplo una canica. Colocamos el objeto en uno de los huecos, por ejemplo en el de color verde. Le pedimos al niño que se fije bien en dónde está el objeto. Contamos hasta 3, si vemos que es poco lo dejamos un poco más, y cerramos la caja. Agitamos bien, y volvemos a abrirla. El objeto ahora estará en otro hueco. Le pedimos al niño que coloque el objeto donde estaba al principio, si lo hace correctamente le damos un punto. 

Si el niño no lo logra, le damos la pista “¿te acuerdas del color en el que estaba?”, si no es así le podemos ayudar a encontrar una estrategia de memoriazación “¿Cómo nos podemos acordar mejor de dónde estaba la canica?”. 

El siguiente nivel, sería en la misma huevera de 6, pero con dos objetos. Los niveles más complicados serían varios objetos en la huevera de 12. Para los niveles más complicados debemos darle más tiempo al niño para que pueda memorizar la localización de los objetos. 

El que cada hueco de la huevera tenga un colo, al final es una guia que ayuda al niño a memorizar la localización de los objetos. Por eso, si queremos jugar a este juego con niños más mayores, o incluso con adultos, lo que haría es colorear toda la huevera de un único color. De esta manera deberán utilizar estrategias más elaboradas para memorizar la localización de los objetos. 

¿Qué procesos cognitivos podemos trabajar con este juego?

Memoria de trabajo: cómo bien indica su nombre este juego está enfocado principalmente a trabajar las bases de la memoria de trabajo viso-espacial, por ello os animo a trabajar estrategias de memorización mientras jugáis. 

Atención: el niño trabajar la capacidad de fijarse lo mejor posible en la localización original de los objetos. Si no prestamos atención, no codificamos, dicho de otra manera, no meteremos la información en nuestra memoria de trabajo y no podremos colocar correctamente los objetos. 

Espero que este juego os sea de gran utilidad y de pie a vuestra imaginación, de tal manera que vosotros también seáis capaces de ver en objetos cotidianos potenciales materiales para trabajar los procesos cognitivos. 

#QueLaNeuroPlasticidadTeAcompañe

¿Qué son los procesos cognitivos? Hoy, Atención

Como hablábamos en el post anterior los procesos cognitivos son los aspectos cerebrales que están relacionados con el procesamiento de la información, y nos permiten realizar diferentes tareas. Los más importantes son la atención, la memoria, las funciones ejecutivas, las gnosias, las praxias, las habilidades visoespaciales y el lenguaje. Hoy nos centraremos en la atención.

Atención

Para poder ser conscientes de lo que ocurre a nuestro alrededor, necesitamos de nuestra atención. Es el proceso que nos permite dirigir nuestros recursos cerebrales sobre los aspectos más relevantes del ambiente, o realizar las acciones que consideremos más adaptadas al contexto. Existen seis componentes diferentes:

  • Arousal. Se refiere a nuestro nivel de activación y de alerta, si estamos un poco adormilados o por el contrario, activos.
  • Atención focalizada. Capacidad para atender a algo.
  • Atención sostenida. Capacidad de mantener la atención en una tarea durante un largo periodo de tiempo.
  • Atención selectiva. Capacidad de dirigir la atención y mantenerla en algo sin que otras cosas nos interrumpan.
  • Atención alternante. Capacidad de cambiar nuestra atención de una tarea a otra de manera fluida.
  • Atención dividida. Capacidad para centrarnos en diferentes actividades al mismo tiempo.

Relacionado con el proceso atencional se encuentra la velocidad de procesamiento, es decir, el tiempo que tarda el cerebro en reaccionar y realizar una tarea.

Pero veamos un ejemplo para terminar de entenderlo:

Imagina que hoy vas a un concierto de música clásica, esperemos que lo suficientemente activo para no dormirte durante el mismo (arousal). Te sientas en la butaca y tienes que centrar tu atención al escenario (atención focalizada), donde empiezan a sentarse los músicos y el director de la orquesta ocupa su puesto. El concierto dura dos horas, así que tendrás que permanecer atento todo ese tiempo (atención sostenida). Comienza el concierto, y tú eres capaz de dirigir tu atención a los distintos instrumentos, los movimientos del director, etc. Sin que los movimientos de tu compañero de al lado te molesten (atención selectiva). Después de un rato dos de los músicos se levantan, comienza su solo, uno en cada punta del escenario y tú puedes cambiar de uno a otro para no perderte detalle (atención alternante). Casi cuando el concierto está acabando, tu móvil vibra, así que lo coges y contestas al mensaje sin dejar de prestar atención a la música (atención dividida).

¿Cómo se trabaja la atención?

Tareas de cancelación

En este tipo de tareas el niño/a debe tachar un estímulo de entre otros muchos. ¿Cómo podemos variar la dificultad de la tarea?

  • Cambiando el número de estímulos que debe buscar.
  • Cambiando la distribución de los estímulos en la hoja (ordenados vs desordenados).
  • Añadiendo tiempo límite para hacer la tarea.
  • Utilizar estímulos distractores, que se parezcan al estímulo objetivo, o colocar dibujos sobre la hoja de trabajo, como por ejemplo, líneas.

Tareas de búsqueda de símbolos/dibujos

En este tipo de tareas al niño/a se le presenta una lámina con símbolos o dibujos con números asignados y la misma lámina si los números para que los rellene. ¿Cómo podemos variar la dificultad de la tarea?

  • Haciendo que los símbolos o los dibujos se parezcan mucho entre sí.
  • Añadiendo tiempo límite para hacer la tarea.

Búsqueda de diferencias

Los niños/as deben encontrar las diferencias entre dos imágenes. ¿Cómo podemos variar la dificultad de la tarea?

  • Podemos hacer la tarea más sencilla si añadimos cuadrículas a la imagen (pueden guiar la búsqueda).
  • Le podemos dar instrucciones para ir comparando ambos dibujos ordenadamente (fíjate en la esquina superior derecha)

Para saber más:

  • Fernandez, Alberto. (2014). Neuropsicología de la atención. Conceptos, alteraciones y evaluación. Revista Argentina de Neuropsicología. 25. 1-28.
  • García-Ogueta MI. Mecanismos atencionales y síndromes neuropsicológicos. Rev Neurol 2001;32 (05):463-467
  • Muñoz-Céspedes, J. M. y Tirapu, J. (2001). Rehabilitación neuropsicológica. Madrid: Síntesis.
  • Periáñez, J. A., Ríos-Lago, M., Barcelo, F., Madrid, E., y Ruz, M. (2008). Atención y neuroimagen. En F. Maestu, M. Ríos Lago y R. Cabestrero (Eds.), Neuroimagen: técnicas y procesos cognitivos (pp. 281-316). Barcelona: Elsevier.
  • Quijano, María & Cuervo, Maria. (2008). Las alteraciones de la atención y su rehabilitación en trauma craneoencefálico. Pensamiento Psicológico. 4.
  • Ríos-Lago, M., Periáñez, J. A., y Rodríguez-Sánchez, J. M. (2008). Neuropsicología de la Atención. En J. Turapu Ustárroz, M. Ríos-Lago y F. Maestu Unturbe (Eds.), Manual de neuropsicología. Barcelona: Viguera.

         #QueLaNeuroPlasticidadTeAcompañe.

Plastilina casera

Esta receta la descubrí gracias a la cuenta de instagram de @2profesenaputos. Y al hablarlo con una compi Terapeuta Ocupacional, me dijo que ellas la utilizan mucho para trabajar con niños con dificultades de integración sensorial. Por eso creo importante compartir con vosotros esta receta tan divertida y que en estos tiempos de pasar tanto tiempo en casa es perfecta. 

Materiales

Para esta receta vamos a usar la medida de un vaso (uno mediano os vale)

de Harina

de Sal fina

de Agua

de Aceite vegetal

Colorante Alimentario

Pasos

1º En un bol grande ponemos por 3 vasos de harina

2º Metemos en el bol los 2 vasos de sal fina

3º Echamos el agua dentro del bol

4º Añadimos a la mezcla las 2 cucharadas de aceite

5º Empezamos a mezclar con la cuchara

6º Cuando la mezcla está un poco más densa, usamos las manos para amasar la mezcla hasta conseguir que sea consistente y poco megajosa. Si nos ha quedado muy pegajosa, añadimos un poco de harina

7º Para que de toda esta masa nos salgan distintos colores, lo que vamos a hacer es dividir la plastinila “blanca” que tenemos en la cantidad de colores que queremos hacer. Por ejemplo, yo he hecho 3 colores distintos. Si no nos importa que toda la masa sea de un color, añadiremos el colorante justo después del aceite. 

8º Ponemos unas gotas de colorante encima de nuestra masa, si queremos que sea de un color más vibrante tendremos que usar más cantidad de colorante. Mezclamos bien, hasta que el color sea homogéneo. 

  ¡Mancha! El colorante también tinta la piel, por lo que a lo mejor nos quedamos con las manos rosas o azules unas pocas horas. Pero siempre se acaba yendo.

9º Nuestra plastilina se queda dura al estar mucho tiempo en conctacto con el aire, por eso, mientras no la estemos utilizando la tenemos que proteger con film transparente. 

Espero que disfruteís todos no solo mientras hacéis vuestra plastilina casea, sino también jugando con ella y creando miles de formas distintas. 

#QuéLaNeuroPlasticidadTeAcompañe

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