¿Qué es el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)?

Se trata de uno de los trastornos más prevalentes en la infancia y, por ello, de los más estudiados en los últimos años. A pesar de eso, todavía existen muchas dudas en cuanto a su definición, causas y tratamiento.

Definición

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es un trastorno del neurodesarrollo, caracterizado por falta de atención, hiperactividad y/o impulsividad. No se sabe con certeza las causas, aunque existe una tendencia familiar, lo que indica que puede haber factores genéticos, también está influido por factores ambientales. Este trastorno no implica por sí mismo ningún nivel de discapacidad pero que puede llegar a afectar de forma grave en el funcionamiento de la persona en el ámbito escolar, laboral, familiar, en las interacciones sociales en general y en su propio desarrollo.

El TDAH se expresa y diagnostica en la infancia por niveles inadecuados de conductas de inatención, impulsividad y sobreactividad motora, pero se considera que en la base del trastorno está una dificultad generalizada de autorregulación motivacional y emocional, y una disfunción en los procesos de funcionamiento ejecutivo. Aunque se trata de un trastorno crónico, a lo largo del desarrollo del niño, sus síntomas pueden cambiar o disminuir. Para más información concreta sobre los síntomas. Para más información consulta los criterios diagnósticos del TDAH.

Evaluación y diagnóstico

El diagnóstico de TDAH es fundamentalmente clínico, lo que quiere decir que el diagnóstico se basa en entrevistas y escalas aplicadas a padres y profesores. Sin embargo, cada vez son más los profesionales que defienden la necesidad de establecer el diagnóstico en base a una doble vía: conductual y neuropsicológica. La conductual se basaría en la presencia de síntomas recogidos en los manuales de criterios diagnósticos (DSM-V o CIE-10 son los más utilizados en la actualidad). Mientras que la neuropsicológica busca objetivizar al máximo el diagnóstico midiendo, a través de baterías y tests, diferentes aspectos cognitivos de la persona.

Intervención

Existe una creencia generalizada que el tratamiento de primera
elección para el TDAH siempre son los psicofármacos y, posteriormente, los tratamientos conductuales o psicológicos en general son secundarios. Nada más lejos de la realidad. Los organismos de salud internacionales dejan claro que cuando los síntomas pueden abordarse con intervenciones conductuales, no se debe ofrecer medicamentos. La decisión de comenzar un tratamiento de psicofármacos siempre debe ser pautada y vigilada por un médico psiquiatra o neurólogo especializado en población infantil. Además, numerosos estudios demuestran que aparecen mejores resultados cuando esta medicación está acompañada por un tratamiento conductual. Los tratamientos conductuales, por lo tanto, son cruciales en la mejora de los síntomas y de la calidad de vida de los pacientes con TDAH y suelen estar orientados no solo al trabajo con el propio niño, sino al trabajo con su entorno (familia, escuela y otros contextos en la vida del niño o niña).

Si tienes dudas sobre la eficacia de diferentes terapias orientadas a mejorar los síntomas de inatención e hiperactividad o impulsividad, es muy importante que consultes guías oficiales sobre las intervenciones terapéuticas en el TDAH.

¿Cómo podemos ayudar a un niño o niña con TDAH?

  • Mejora tu conocimiento sobre el trastorno. Busca información, conocer mejor las dificultades de tu hijo/a ayudará a hacernos comprender que no son niños maleducados, desobedientes o vagos.
  • Educa en positivo. Aumentar el uso de técnicas como el refuerzo positivo frente a otras como los castigos no sólo resulta más efectivo, sino que mejorará la relacion con tu hijo/a.
  • Estructura el ambiente. Hábitos, rutinas, organización, planificación, horarios, órdenes, normas… ayudarán a la niña o niño a ordenar su propia conducta.
  • Externalización de la información. carteles, fotos, dibujos, relojes, contadores, señales acústicas… ayudarán a recordar mejor las normas.
  • Internalización de los procesos: algunas técnicas como las autoinstrucciones, ayudarán a guiar la conducta de los niños y niñas.
  • Mantén una relación estrecha con el colegio. El colegio es el lugar donde los niños pasan la mayor parte del día y, para niños con TDAH, el lugar donde es más probable que aparezcan dificultades. Que los profesores conozcan las peculiaridades de los niños y niñas y que los apoyos que reciben en el cole continúen desde casa es fundamental para los pacientes con TDAH.

Si tienes dudas sobre si tu hija o hijo podría tener TDAH o si recientemente has recibido el diagnóstico y necesitas orientación, no dudes en escribirnos.

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