El término “daño cerebral adquirido” (DCA) se refiere a una lesión de un cerebro que hasta el momento había tenido un desarrollo normal, independientemente de su causa; traumatismo craneoencefálico, accidentes cerebrovasculares, tumores, hipoxia, encefalitis, etc. Su consecuencia principal es la pérdida de las funciones cerebrales que implican el funcionamiento cognitivo, el sistema motor y sensorial, las habilidades comunicativas y la capacidad para regular la conducta y las emociones, previamente adquiridas (NIH).
Cuando el DCA ocurre en niños, sus consecuencias son aún más impredecibles, ya que se trata de un cerebro en desarrollo, por lo que las habilidades puede que no se hayan adquirido en su totalidad, teniendo como consecuencia que los problemas resultantes puedan manifestarse años después de la lesión. El DCA en la infancia es una de las principales causas de interrupción del desarrollo de un menor, con una incidencia de 250 niños por cada 100.000 al año (Asociación Hiru Hamabi).
Entre los déficits cognitivos y/o emocionales más frecuentes tras el daño cerebral se encuentran: fallos de memoria, reducción de la atención, problemas visoespaciales y visoconstructivos, problemas de razonamiento, planificación y toma de decisiones. Además de apatía, irritabilidad, impulsividad, escasa tolerancia a la frustración, falta de conciencia de los problemas y dificultades relacionadas con las habilidad sociales.
Principales alteraciones cognitivas tras un DCA
Atención
- Incapacidad para la detección, focalización, mantenimiento de la vigilancia
- Reducción de la sensibilidad a la interferencia
- Distractivilidad
- Reducción de la capacidad y velocidad de procesamiento de la información
- Problemas para atender estímulos de manera simultánea o sucesiva
- Negligencia
Memoria
- Amnesias: incapacidad de codificar, almacenar y recuperar información. Dificultades para el aprendizaje y adquisición de nueva información.
Lenguaje
- Afasias: alteración que puede afectar a toda la capacidad lingüística o a parte de ella; repetición de palabras, denominación, comprensión, dificultades pragmáticas, etc.
Movimiento
- Apraxias: incapacidad para realizar movimientos aprendidos, secuenciados y coordinados dirigidos a un fin.
Percepción
- Agnosia: incapacidad de identificación, reconocimiento e integración de la información sensorial, espacial y símbolos abstractos.
Funciones ejecutivas
- Incapacidad para llevar a cabo tareas de planificación, control, inhibición o flexibilización de la conducta. Alteración en la capacidad para identificar las dificultades, cambiar el punto de vista y ser capaces de controlar y evaluar su propia conducta o establecer metas realistas. Perseveraciones e inflexibilidad cognitiva. Problemas de orientación, secuenciación temporal y control del movimiento. Alteración del comportamiento social, abandono en el cuidado personal, falta de autocrítica, indiferencia al entorno y al refuerzo. Alteración de la personalidad. Falta de control emocional: apatía, trastornos obsesivocompulsivos; pseudodepresión y pseudopsicopatía.
¿En qué consiste la rehabilitación?
Como hemos comentado en post anteriores la rehabilitación neuropsicológica se basa en tres estrategias básicas: restauración, compensación y sustitución. Y su principal objetivo es no solo la mejora del funcionamiento cognitivo, sino también que el niño o la niña pueda retomar sus actividades de la forma más productiva y satisfactoria.
- Entrenamiento de la atención: se realizan actividades y ejercicios para entrenar componentes como la atención sostenida, dividida, alternante, selectiva y la velocidad de procesamiento.
- Rehabilitación de la heminegligencia (inatención espacial): entrenando a los niños/as en rastreo visual, activación de miembros y ejercicios de atención sostenida.
- Velocidad de procesamiento: que sería el tiempo que tardamos en percibir una información, procesarla, prepararnos y ejecutar una respuesta. Se pueden emplear actividades con tiempo y estrategias compensatorias para dividir la información a procesar.
- Rehabilitación de la memoria: se trata de una de las secuelas más frecuentes, y sus objetivos son facilitar el aprendizaje de habilidades e información, a través de diferentes juegos y actividades, y aprender el uso de ayudas externas como agendas u ordenadores.
- Rehabilitación del lenguaje: los problemas de producción y comprensión del lenguaje son los más comunes, Trabajados de forma individual, a través de diferentes actividades y juegos, la rehabilitación resulta significativamente eficaz.
Para saber más:
Efectividad de la rehabilitación neuropsicológica en el daño cerebral adquirido (I): atención, velocidad de procesamiento, memoria y lenguaje
2010 David De Noreña, Marcos Ríos Lago, Igor Bombín González, Ignacio Sánchez Cubillo, Alberto García Molina, Javier Tirapu Ustárroz10.33588/rn.5111.2009652Revista de Neurología
Daño cerebral adquirido: la necesidad de un trabajo multidisciplinar
2012 Marcos Ríos-Lago10.5944/ap.4.3.468Acción Psicológica
Alteraciones visuales, atencionales y perceptivas después de un daño cerebral adquirido: aportaciones desde la neuropsicología. 2014 B.Gonzálex Rodríguez. Integración. Revista sobre discapacidad visual